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Sulfatos y piel atópica, ¿mito o realidad?

Unos de los componentes que más controversia causa cuando se debate entre lo convencional y lo natural son los sulfatos, las sustancias responsables de la acción limpiadora y del jabón que hacen los productos de higiene y que en su versión sintética puede dañar la piel a largo plazo. Hoy os explicamos qué son, cómo identificarlos, las alternativas naturales… Allá vamos:

¿Qué son los sulfatos?

Los sulfatos son sustancias surfactantes, es decir, aquellas que arrastran suciedad y grasa de superficies, en el caso de los productos de limpieza de hogar, o de la piel, en el caso de la cosmética. Son las encargadas de producir la acción jabonosa y crear espuma, de ahí que sean muy comunes en geles y champús. No debería haber ningún problema si no fuera porque estos sulfatos son los mismos tanto en los productos de limpieza como en los de higiene personal en la cosmética convencional, y, lógicamente, esto es algo descabellado. ¿Os lavaríais el pelo con un champú que limpia gracias al mismo ingrediente que elimina la grasa de los platos, la cocina o las manchas de la ropa? Os podéis imaginar lo agresivos que pueden ser los productos convencionales de higiene con la piel, si sus principios activos son capaces de dejar nuestra cocina como la patena.

Efectos de los sulfatos sintéticos y cómo evitarlos

Como os podéis imaginar, aplicar sustancias tan abrasivas en la piel o el cabello tiene sus efectos, y no es de extrañar que a día de hoy los casos de pieles dañadas y con problemas como dermatitis, eczemas o piel atópica vayan en aumento (enfermedades que, por otra parte, también van ligadas al estilo de vida o la alimentación). Con su contacto contínuo, estos sulfatos van secando y degradando el manto hidrolipídico de la piel, o lo que es lo mismo, daña su barrera protectora y la deja sin defensas. Evitarlos es fácil si sabemos localizarlos en las etiquetas de los productos: sodium lauryl sulfate y sodium laureth sulfate son los más comunes, aunque también es recomendable evitar el ammonium lauryl sulfate. 

Es importante no caer en el error de evitar todos los compuestos que incluyan la palabra sulfate, ya que existen muchos de estos componentes que son suaves y están perfectamente adaptados para su uso cosmético, como son los que se utilizan en la cosmética natural.

«Sulfatos» naturales en la cosmética bio

Un ejemplo de sulfatos inofensivos son los que derivan del coco, como el sodium coco sulfate, el sodium cocoamphoacetate o el cocamidopropyl betaine, que apenas hacen espuma y su acción limpiadora es suficiente para el cabello o la piel. Además, hay que tener en cuenta que en los champús, por ejemplo, suelen ir acompañados de extractos y aceites esenciales purificantes, con lo que no nos quedará la sensación de no habernos lavado el pelo. Tampoco de sequedad, ya que en las fórmulas siempre encontramos algún aceite vegetal que hidrata y suaviza. Lo mismo sucede con los geles naturales; es muy extraño tener la sensación de piel reseca, suelen ser muy hidratantes. De ahí que, desde Adonia, confíemos plenamente en los jabones, geles, champús y otros productos de higiene de nuestras marcas, porque contienen estas sustancias jabonosas extra-suaves adaptadas a la piel.

Geles naturales extra-suaves sin sulfatos para pieles atópicas y con problemas

Sin embargo, hay pieles que, sea por enfermedad o por venir de un uso prolongado de geles sintéticos, se encuentran muy dañadas y sensibilizadas y necesitan prescindir de jabón. Lo que necesitan, en cambio, es mucha hidratación, y eso se lo da la nueva línea DERMOSENS de Coslys, una línea especialmente formulada para estas pieles sin ningún tipo de surfactante, ni siquiera natural, y con ingredientes muy calmantes, suavizantes e hidratantes. Además, existen en 3 texturas, gel, crema de ducha y aceite de ducha, estos dos últimos ideales para pieles muy secas, ya que deja una capa de hidratación no grasa muy agradable. A las pieles más sensibles, además, les gustará saber que su perfume es 100% natural, procedente de los extractos que contienen, como la malva y la melissa. Toda la línea es hipoalergénica, ha sido dermatológicamente probada y está certificada como natural y ecológica.

¡Esperamos haber aclarado algunas dudas sobre los sulfatos sintéticos! En nuestra web podréis encontrar variedad de champús y geles sin sulfatos sintéticos, respetuosos con nuestro cuerpo y como siempre, con el planeta.

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